Padre e hijo originarios de Nueva Segovia fallecen en el río Bravo
Agentes del Grupo Beta del Instituto Nacional de Migración de México recuperaron este lunes el cuerpo de un nicaragüense que murió ahogado en las aguas del río Bravo al intentar cruzar de manera irregular hacia Estados Unidos.
El hombre ha sido identificado como Luis Adalberto López Peña, de 42 años. Era originario del municipio de Morrito, del departamento de Nueva Segovia, y no viajaba solo.
Hacía dos meses que López Peña salió de Nicaragua en compañía de su hijo, Bayron Adalberto López Fajardo, de 21 años, con la ilusión de llegar a Estados Unidos en busca de oportunidades laborales.
Magnor Peña cuenta en medio del dolor por la desgracia que ha alcanzado a su padre que desde su partida del país mantuvieron comunicación y lo último que les reportaron es que habían logrado llevar a México para dirigirse a la ciudad de Piedras Negras, del estado de Coahuila, desde donde cruzarían a suelo estadounidense por el río Bravo.
La mala noticia les llegó este lunes, luego que las autoridades mexicanas identificaran el cadáver rescatado de las aguas del río que separa México de Estados Unidos. Lo que saben, dice Magnor, es que tanto su padre como su hermano fueron arrastrados por las corrientes del río, y que López Peña pudo ser identificado porque llevaba entre sus pertenencias su cédula de identidad y la de su hijo. El joven aún no ha sido localizado.
Magnor, confirmó que hasta la mañana de este martes, no habían recibido información sobre el paradero de su hermano y que mantienen vivas las esperanzas de que lo encuentren con vida.
El pasado sábado el grupo Beta también rescató el cuerpo sin vida de otro migrante nicaragüense que portaba una cédula de identidad a nombre de Abel Araúz Moreno, de 39 años, originario de la comarca Las Cañas del municipio de Wiwilí de Jinotega.