Condenan a dos cadenas perpetuas al asesino de madre e hija en Mulukukú
La jueza de Distrito Especializada en Violencia de Siuna, Jazohara Zamora Rivera, condenó a dos cadenas perpetuas al sujeto Wilmer Antonio González Méndez, de 32 años, por los asesinatos agravados de Luz Maritza González Valle, de 53 años, y de su hija Diagnnie Dayiris Boniche González, de 29 años.
La judicial dictó una cadena perpetua por el crimen de cada una de las víctimas y además condenó a González Méndez a 20 años de cárcel por la violación agravada a Dayiris Boniche y un año de prisión por el delito de portación ilegal de armas.
Los asesinatos de madre e hija fueron perpetrados el 21 de julio del año pasado en la finca San Jerónimo, propiedad de las víctimas, localizada en la comunidad de Kuriwansito, Mulukukú, donde el asesino trabajaba como mandador y era persona de confianza de ambas.
En una audiencia de anticipo de pruebas realizada en Siuna, varios testigos declararon, que Maritza González salió temprano el 21 de julio de 2021 con Wilmer González a buscar unas reses, y fue encontrada muerta a las 11 y 50 de la noche con disparos en el cuerpo, a varios metros de la casa hacienda.
La joven Diagnnie Dayiris fue hallada a las 12:40 de la madrugada del 22 de julio de 2021 dentro de la casa hacienda, la cual estaba cerrada y con las luces apagadas. La joven fue ultrajada, muerta a golpes y luego su cuerpo cubierto con una sábana.
Desde esa fecha, Wilmer González anduvo huyendo de la justicia. Se creía que había salido del país, pero fue capturado en la casa de su cuñado Ernesto Carrasco Chavarría, de 26 años, en la zona rural de la comunidad El Zopilote, de Rosita, Caribe Norte, la madrugada del pasado 6 de octubre.
El 8 de octubre González admitió los crímenes ante la jueza de Distrito Especializada en Violencia de Siuna, en presencia de doña Elsa Valle, madre y abuelita de las víctimas, y de Lubianka Boniche, hermana gemela de Diagnnie Dayiris.
En la audiencia, Lubianka agradeció a las autoridades de Nicaragua por su trabajo y dedicación en este trágico caso y consideró que el criminal nunca podrá pagar lo que hizo al arrebatarles a las dos mujeres más importantes de sus vidas, de la forma más vil y cruel.
La Policía estableció que el sujeto decidió acabar con la vida de ambas mujeres luego de que discutieron con él tras haberle reclamado por haberles estado robando ganado para venderlo.
Con la sentencia emitida, Wilmer Antonio González Méndez se convirtió en el primer nicaragüense en ser condenado a doble prisión perpetua.
