OMS califica de preocupante variante andina (lambda)
Los virus utilizan diferentes técnicas para seguir infectando.Y el caso de la covid-19 no es la excepción: está claro que hoy estamos lidiando con una enfermedad que se propaga mucho más fácilmente que la versión que surgió en la ciudad china de Wuhan a fines de 2019.
El fenómeno se explica en parte por la aparición de variantes nuevas y mejoradas que se vuelven difíciles de contener.
La última y más reciente incorporada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es la denominada lambda, que se encontró por primera vez en agosto del 2020 en Perú, cuando se le denominó C.37 o “variante andina” y esta presente hasta hoy en 29 países del mundo.
‘Lambda porta una serie de mutaciones con sospechas de implicaciones fenotípicas, como un posible aumento de la transmisibilidad y de la resistencia a los anticuerpos neutralizantes’.
Este martes, la OMS declaró que esta nueva versión del virus debe ser considerada “de interés” (VOI), una categoría en la que se encuentran otras seis mutaciones de Sars-CoV-2 y que, al confirmar su transmisión comunitaria, debe ser debidamente investigada por los científicos para medir su impacto en los países donde se presenta, particularmente en América del Sur.
Lambda está asociado a la reciente decisión de la OMS de atribuir letras griegas para designar las variantes sin estigmatizar a los países donde se detectan por primera vez.
Por su parte, las autoridades de Perú refirieron que el 81 por ciento de los casos de Covid-19 secuenciados desde abril del 2021 están asociados con la c-37.
En Argentina los contagios relacionados con la también conocida como variante andina representaron el 37 por ciento de los confirmados entre el 2 de abril y el 19 de mayo de este año, detalló la OMS.
La OMS divide las variantes en dos tipos: las de “interés”, señaladas anteriormente, y de “preocupación”, donde por el momento entran cuatro tipos, entre ellas, la británica alfa, la india delta y la brasileña gamma. Estas últimas por lo general presentan un aumento de la transmisibilidad y de su virulencia, y como consecuencia, disminuyen la eficacia de las medidas sociales, las vacunas y otros tratamientos disponibles.
‘Situación similar evidenció Chile, donde la prevalencia de Lambda aumentó con el tiempo, y representa el 32 por ciento de los notificados en los últimos 60 días’, añade el comunicado.