Cardenal Brenes cancela la procesión del 1 de enero por la Covid-19
El cardenal nicaragüense Leopoldo José Brenes Solórzano informó este miércoles sobre la cancelación de la tradicional procesión del primero de enero, a la que generalmente acuden miles de católicos, debido a la pandemia de la covid-19.
“Por medida de prevención, seguridad y responsabilidad ante la pandemia de la covid-19, la procesión tradicional del primero de enero se cancela en Managua”, señaló Brenes, también arzobispo de Managua, Masaya y Carazo (Pacífico), en una declaración.
El religioso indicó que así mismo se cancelan las procesiones de Jesús Sacramentado en los departamentos de Masaya y Carazo (sur) en sus fechas respectivas.
El cardenal nicaragüense orientó a los sacerdotes realizar el primero de enero una Hora Santa, la Eucaristía y la bendición con Jesús Sacramentado a nivel parroquial a la hora que ellos estimen conveniente.
Brenes agradeció a todos los sacerdotes y fieles “de su prudencia y obediencia en estos tiempos, pidiendo a Dios que bendiga nuestras vidas en el nuevo año 2021”.
La tradicional peregrinación católica del primero de enero es encabezada por el arzobispo de Managua y en ella los creyentes oran por la paz en Nicaragua y en el mundo.
La tradicional demostración de fe católica finaliza con una misa oficiada por el cardenal Brenes en una plaza frente a la catedral de esta capital, que constituye la primera eucaristía del año a la que asisten los sacerdotes de los templos de toda la Arquidiócesis de Managua.
Nicaragua registra 165 muertes y 6.046 casos confirmados por la covid-19, según cifras oficiales.
Los datos del Ministerio de Salud mantienen el contraste con los que maneja la Unidad Médica Nicaragüense y los del independiente Observatorio Ciudadano COVID-19, una red de médicos y voluntarios que da seguimiento a la pandemia, que reporta 2.862 fallecimientos por neumonía y otros síntomas relacionados con el nuevo coronavirus, así como 11.935 casos sospechosos.
En tanto, la UMD sostiene que “de acuerdo a los reportes y análisis independientes, más de 11.700 casos sospechosos con severidad reportable han ocurrido (en Nicaragua) y para agosto de este año ya se reportaba un exceso de mortalidad mayor de 7.500 defunciones”.