En marcha cuarta caravana de inmigrantes hondureños
Unas 400 personas divididas en varios grupos partieron ayer desde la ciudad de San Pedro Sula (norte), Honduras, rumbo a la frontera con Guatemala para dirigirse hacia Estados Unidos.
Los migrantes se concentraron en la terminal de autobuses de la ciudad desde la tarde del sábado y emprendieron el viaje la madrugada de este domingo. Autoridades policiales indicaron a través de un comunicado que ya 153 personas habían arribado a la aduana de Agua Caliente, en Guatemala, y se les realizaba un chequeo de documentación.
Según la cadena Telesur, se trata de la cuarta caravana de migrantes hondureños, compuesta por familias completas que abandonan el país.
El paso de la tercera caravana, que partió el pasado martes 15 de enero compuesta por más de 1.500 personas, fue detenido por autoridades migratorias de la nación centroamericana.
Asimismo, el gobierno hondureño ha extremado las medidas de control en la zona fronteriza instalando 54 nuevos puntos de control.
Desde el año pasado el mandatario estadounidense, Donald Trump, presiona a los gobiernos de Honduras, Guatemala y El Salvador, para que pongan fin al éxodo de sus habitantes. “No están haciendo nada por los Estados Unidos, pero tomando nuestro dinero (…) ¡Vamos a cortar toda la ayuda a estos 3 países!”, llegó a amenazar Trump a través de su cuenta en la red social Twitter.
A pesar de la negativa estadounidense a recibir a los migrantes y los peligros que representa la travesía, al menos 300 personas abandonan Honduras a diario, según cifras del Centro de Investigación y Promoción de los Derechos Humanos de Honduras (Ciprodeh).
La caravana anterior
Unos mil migrantes hondureños que forman parte de una caravana anterior llegaron a México y logaron avanzar sin impedimentos.
Los migrantes hondureños han cruzado por Ciudad Hidalgo, en la frontera con Guatemala, poco antes del amanecer sin llevar las identificaciones en la muñeca que los agentes de migración les habían exigido el día anterior.
“Hoy la carretera estaba abierta. No nos han dado brazaletes ni nada, simplemente nos han dejado pasar”, ha dicho Marco Antonio Cortez, de 37 años, quien viaja junto a su mujer y sus dos hijos, de 2 y 9 años.
El grupo ha avanzado por suelo mexicano a pie o en coche y seguidos de policías federales.
En la última semana, más migrantes de Honduras y El Salvador han puesto rumbo a Estados Unidos en lo que amenaza con convertirse en una nueva ola de caravanas. A mediados de octubre miles de centroamericanos abandonaron sus países con el propósito de alcanzar la frontera estadounidense, donde se toparon con un despliegue militar sin precedentes.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, considera que se trata de una “invasión” y ha decidido mantener la frontera blindada.
La Administración Trump y el nuevo Gobierno de Andrés Manuel López Obrador han llegado a un acuerdo por el cual México se compromete a acoger a los migrantes centroamericanos hasta que resuelvan sus trámites en Estados Unidos a cambio de que la Casa Blanca invierta en el desarrollo del sur de México.