Entre lágrimas y clamor de justicia: el caso de Anielka del Carmen Espinoza Mayorquín

Publicado por admin el 24 de octubre, 2025
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Este viernes, en el Juzgado Cuarto Especializado en Violencia de Managua, la señora Gertrudis Mayorquín Saravia, madre de Anielka del Carmen Espinoza Mayorquín, presentó una conmovedora súplica por justicia, tras el brutal asesinato de su hija, ocurrido el 15 de octubre en el barrio Jonathan González. Con la voz entrecortada y los ojos anegados en llanto, demandó que se imponga todo el peso de la ley sobre el acusado, Sergio Antonio Olivares López, de 33 años.

Durante la audiencia inicial, la angustiada madre expresó su desesperación, cuestionando al imputado: “Quiero que me diga… ¿por qué me la mataste? Cuando una mujer no quiere nada con un hombre, uno se retira. No hay por qué quitarle la vida”. Su pedido fue claro y contundente: exigir una condena severa, incluso pidiendo que, si fuera posible, el acusado muera en prisión.

El juez, ante la gravedad de los cargos y el estado emocional de la madre, ratificó la prisión preventiva para Olivares y remitió el caso a juicio oral y público, programado para el próximo 18 de diciembre. La Fiscalía ha presentado una acusación rigurosa, donde se señala que Olivares, quien trabajaba como periodista y camarógrafo, irrumpió sin autorización en la vivienda de Anielka y le asestó tres puñaladas en el cuello y el tórax, segando su vida en cuestión de minutos.

Se alega que el crimen fue motivado por celos enfermizos; la relación entre el acusado y la víctima había sido tumultuosa, caracterizada por constantes rupturas y conflictos. Las pruebas que la Fiscalía tiene en su poder incluyen grabaciones de cámaras de seguridad, confesiones del propio acusado y testimonios de testigos clave que serán cruciales durante el juicio.

Testimonios reveladores

Dentro de los testimonios se destaca el de Mercedes del Carmen Olivares, hermana del acusado, quien afirmará que su hermano confesó haber pasado tiempo con Anielka el día del crimen y haberla asesinado. Ella calificará su relación como “tóxica”, llena de celos y problemas económicos.

Otro testigo, Román José Salgado Vélez, conductor de la aplicación InDriver, revelará que recogió a Olivares a las 9:52 p.m. en la casa de Anielka, donde el acusado hizo una inquietante confesión: “Gracias porque me sacaste de aquí”, sugiriendo su presencia en la escena del crimen. Asimismo, Francisco Dudley Gudiel, vecino de la víctima, entregó a la Policía Nacional grabaciones que muestran a Olivares llegando en dos ocasiones a la vivienda esa noche fatídica.

Por su parte, José Vicente Calero Rivas, instructor de gimnasio, admitió haber tenido una relación extramarital con Anielka, mencionando que su último encuentro se produjo el domingo 12 de octubre, tres días antes del homicidio.

Un clamor de justicia

Anielka Espinoza, contadora de la Federación Nicaragüense de Atletismo, fue sepultada el sábado en el cementerio Puertas del Cielo, ubicado en el barrio Milagro de Dios. Desde Panamá, su madre ha declarado que su única esperanza es que se haga justicia y que el responsable de este horrendo acto reciba una cadena perpetua, en honor a la memoria de su hija, una mujer trabajadora llena de sueños que fueron truncados de manera violenta.



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